Caracas :
La sistemática mala gestión económica, la corrupción y la opresión violenta del expresidente Nicolás Maduro, han provocado una severa escasez de alimentos y medicamentos y un innecesario padecimiento humano, que han resultado en el éxodo de millones de venezolanos a los países vecinos.
El agravamiento progresivo de los efectos de esta crisis política y económica provocada por la pésima gestión, tiene nefastas consecuencias humanitarias.
En lo que llegó a ser el país más rico de América Latina, se estima que la hiperinflación ha alcanzado un nivel de 1,37 millones por ciento durante 2018, según datos del Fondo Monetario Internacional. El costo de los alimentos que necesita una familia durante aproximadamente un mes, es 100 veces mayor al salario mínimo. Como resultado de esto, numerosos venezolanos no pueden comer todos los días.
La infraestructura en ruinas ha hecho que se discontinúen los servicios de agua y saneamiento, y el colapso del sistema de salud ha propiciado brotes de enfermedades que ya habían sido erradicadas, como el sarampión, que se han propagado a países vecinos:
Casi el 90% de los hospitales venezolanos consultados informaron faltantes de medicamentos, y casi el 70% indicaron sufrir cortes de energía y de agua periódicamente.
La mayoría de los casi 17 mil casos de sarampión registrados en la región han tenido origen en los brotes en Venezuela, como resultado de la interrupción del sistema de vacunación infantil, uno de los servicios de salud más básicos que puede proporcionar un gobierno.
En 2017, el régimen de Maduro despidió a su ministra de Salud, no en respuesta a la catástrofe de salud que sufría el país, sino porque la ministra divulgó estadísticas actualizadas sobre salud. Desde entonces, el régimen ha dejado de publicar estadísticas de salud para ocultar la magnitud de su mala gestión.
Según cálculos de las Naciones Unidas, más de tres millones de venezolanos se han ido del país, una cifra que se prevé que aumente a más de cinco millones para fines de 2019:
La salida de venezolanos en situación vulnerable está desbordando la atención de la salud, la educación y otros servicios sociales en países vecinos, como Brasil, Colombia, Ecuador y Perú.
ESTADOS UNIDOS ESTÁ ORGANIZANDO ASISTENCIA HUMANITARIA DE EMERGENCIA EN LA REGION EN RESPUESTA AL PEDIDO DE AYUDA DEL PRESIDENTE INTERINO GUAIDÓ: Estados Unidos está movilizando asistencia humanitaria vital para el pueblo de Venezuela:
El gobierno de los Estados Unidos está adquiriendo y preparando anticipadamente la asistencia solicitada por el equipo del presidente Guaidó e insta a las fuerzas de seguridad venezolanas que permitan el ingreso al país de estos suministros que se necesitan con urgencia.
Estos esfuerzos se llevan a cabo después del anuncio realizado el 24 de enero de 2019 por el Secretario Pompeo de que Estados Unidos está dispuesto a proporcionar más de US$ 20 millones en asistencia humanitaria inicial para el pueblo de Venezuela, que enfrenta enormes dificultades a causa de la escasez de comida y medicamentos y de otros efectos nefastos de la crisis política del país, y de la crisis económica y humanitaria creada por Maduro.
Esta asistencia brindará suministros médicos que se necesitan con urgencia y estará dirigida a llegar a las poblaciones más vulnerables de Venezuela.
ACOMPAÑAR A NUESTROS VECINOS EN EL HEMISFERIO: Estados Unidos está preparado para ayudar a nuestros socios hemisféricos a abordar las necesidades de los venezolanos que han huido hacia la región.
Desde el Año Fiscal 2017, Estados Unidos ha aportado más de US$ 140 millones, lo que incluye asistencia humanitaria por casi US$ 97 millones y asistencia para el desarrollo por aproximadamente US$ 44 millones, para apoyar los generosos esfuerzos de los países que acogen a los venezolanos que han huido del caos en su patria.
La asistencia estadounidense incluye ayuda para los ciudadanos venezolanos en 17 países de la región, incluidos Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, México, Panamá, Perú y Trinidad y Tobago. En particular, Estados Unidos financia a agencias de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales que proporcionan asistencia vital, como alimentos, atención de la salud, protección y albergue, a venezolanos y comunidades receptoras en la región.
Estados Unidos seguirá incrementando la asistencia humanitaria en la región para responder a las necesidades que vayan surgiendo y para reducir el impacto de la crisis para los venezolanos y los países de acogida.